Llego el tiempo de, buscar la eficiencia energética y lentamente el mundo lo entiende así. Asistimos a un cambio político y social en busca de una armonía
ambiental. En los vehículos eléctricos descubrimos esta armonía y la eficiencia de funcionamiento.
El motor eléctrico, expresa su energía en forma casi lineal, a diferencia del motor de combustión interna que requiere de un mínimo de revoluciones por minutos para generar potencia útil.
Esta potencia se puede medir como Kilo Watts (Kw.) o en Caballos de Fuerza (HP). Este motor de ultima generación, 16 válvulas con inyección Multijet es capaz de entregar 70 HP a 4000 RPM.
No es lo mismo, un motor de combustión interna de 70 HP, lo cual representa su potencia máxima (además con una eficiencia del 28 %), que un vehículo eléctrico con un motor de 50 HP que representa su potencia nominal, este motor nos puede entregar 150 HP si lo necesitamos, pero siempre con una eficiencia del 95 %.
En la foto vemos un motor instalado de 25 Kw. de régimen y una potencia máxima de 80 Hp a 4500 RPM. Produce además esta potencia
sin vibraciones, ruidos y emisiones contaminantes. El otro punto importante es la simplicidad mecánica, el motor eléctrico tiene un solo elemento móvil, el rotor o inducido. Eliminando la necesidad de lubricantes, sistemas de enfriamiento, correas, filtros, etc. Si bien las baterías tienen un costo inicial importante, resulta que se pagan solas con el uso, al costar hasta 5 veces menos el combustible (electricidad) para su funcionamiento que los derivados del petroleo.
De todos modos la ventaja mayor de este sistema de tracción es la posibilidad de recargar con energías renovables y en Organización Autolibre se esta trabajando actualmente para implementar esta solución. Por más información sobre vehículos eléctricos:
Autolibre