Primeras impresiones de las Urban Movers en Ibiza

La hora de desembalar es siempre excitante. Parece que la mano está preparada para coger las herramientas para montarlas.

Micho, mecánico meticuloso de Kandani necesito poco más de 30 minutos para montar la primera bicicleta. Cuando la segunda estaba montada les hicimos unos kilómetros para gastar las baterías y volverlas a cargar.
Según Ignacio de Bicieléctrica S.L., es necesario realizar de 3 a 4 ciclos de carga y descargas completas a las baterías para que los cristales formados en el electrolito se disuelvan. De esta forma, obtendremos más tarde la autonomía deseada.

Pues siguiendo el consejo, me dispongo a ir a la Cala de Es Figueral, a 13 kms de distancia, con una contínua subida los primeros 8 kms para terminar en una bajada vertiginosa (que luego tendré que subir) de 3 kms.

La bicicleta mantiene un ritmo atractivo. 32 minutos para todo el recorrido.
Nota: este mismo camino lo he realizado varias veces con una bicicleta normal en 45 minutos y claro está, cansadísimo al llegar a destino.

He notado un par de veces bajadas de tensión, problema que achaco a que las baterías están totalmente nuevas y seguro que, en la pérdida de voltaje que sucede al almacenarlas y transportarlas, se forman esos cristales en el electrolito del interior.

La bajada es bastante segura. Las Urban Movers son de fuerte cuadro. Cuidado, por favor, yo las clasifico como „touring“, es decir, nada de bajar a tumba abierta. Y menos en vacaciones.

La isla de Ibiza pasa ante mis ojos a relajada velocidad, sintiendo el frescor del viento, dandome tiempo a disfrutar de los colores de su luz reflejada en pinos, hierba, piedras, mar ...



0S3 (cero estres) es el restaurante elegido para tomar un refresco, cargar la baterías y porque no, un chapuzón en las hoy un poco revueltas aguas de la cala de Es Figueral antes de los 3 o 4 kms que me quedan de subida hasta la población de San Carlos.

Dos horas de recarga. Inicio la subida. El primer kilómetro tiene dos repechos cortos a más del 8%.
El motor da fuerza sin parar. Las piernas siente el esfuerzo de forma moderada. El siguiente km. Es realmente casi llano. Me queda un kilómetro y medio de subida al 6% de inclinación. Subo despacio y con poco esfuerzo. Paciencia, para que ir como un Indurain con el sol que cae. Al final de la subida el lindo pueblo de San Carlos. Desde aquí a Santa Eulalia son 8 kilómetros en bajada suave.
Tiempo total: 24 minutos para los 12,4 kilómetros.

Solo un aviso. Una bicicleta eléctrica, bueno, más bien su batería, se gasta mucho antes en las subidas. Podría decir que los 3 kilómetros y medio de subida fuerte me han gastado casi la mitad de la batería. Bueno, la orografía de Ibiza no es precisamente plana, más bien todo lo contrario: repechos fuertes de vez en cuando intercalados en subidas continuadas de 6 a 10 kilómetros. Claro que a veces toca bajar, no siempre subir.

Conclusión:
Estoy contento. La cesta metálica que porta la UM44 me ha permitido llevar un pareo para la playa, camiseta de muda para el sudor, cadena, cargador, y además llevo mi ordenador en la bolsa colgado a la espalda. En total 87 kilos que ha subido el motor de 200Watios.

Me gustaría incluso diseñar una bicicleta especial para la isla, con algunos accesorios interesantes, incluso necesarios. Ya lo hablaremos con Bicieléctrica S.L., que siempre está a la escucha, atenta al mercado.

Las nuevas Urban Movers ya vienen con batería de Lítio. Más ligeras, aunque la capacidad de las baterías de NiH no dejan nada que desear.

El jueves tour. La primera experiencia con clientes del hotel Club Punta Arabí.

Saludos a todos.