Segundo Congreso Alemán Elektro Mobil. Resumen

¿Estamos preparados para meter millones de coches eléctricos en nuestras carreteras?
¿Que infraestructuras se necesitan y cuales serán viables?
¿Bajarán los precios de los vehículos eléctricos?
¿Que papel jugarán los nuevos materiales ligeros en la autonomía y la seguridad de los coches?
¿Deberían los gobiernos de invertir más o dejar a las empresas competir entre ellas sin subvenciones que desequilibren la balanza?

Estas y otras preguntas se intentaron responder el Segundo Congreso Alemán Elektro Mobil, realizado en Bonn estos pasados 17 y 18 de Junio dentro del estupendo World Conference Center, y, organizado por https://www.nova-institut.de/

„La movilidad eléctrica será una alternativa en el futuro. Esperamos que los coches eléctricos bajarán de precio dentro de poco al nivel de los de ahora, por lo que su uso será igual de masivo. . se ha posicionado en el segmento de estaciones de recarga y producción de energía limpia. Trabajamos junto a los fabricantes de automóviles estrechamente para conocer las necesidades de la sociedad.“ dijo Carolin Reichert, del departamento de eficiencia energética de la empresa RWE.

De todos es sabido que los nuevos coches eléctricos son muy caros, sobre todo debido a sus baterías, sin embargo, el joven Dr. Teodoro Laino, del departamento de investigación de IBM propuso el estudio de baterías de Litio-Aire y dijo „Una batería de Litio-Aire tiene el potencial de poder almacenar diez veces más energía que una de Ión-Litio, en el mismo espacio. Por eso hemos promovido la creación de un consorcio llamado BATT500 entre IBM, DOE lab y universidades estadounidenses. La misión de este consorcio es la de empujar agresivamente la utilización de la tecnología adquirida para competir en contra de los motores de gasolina e implantar el uso masivo de coches eléctricos. El ánodo sería de metal de litio, el cátodo de aire, el electrolito posiblemente carbonato de propileno“

El anterior párrafo son buenas noticias para todos, incluso para el mundo de la bicicleta eléctrica. Ya nadie podrá decir que 50 kilómetros de autonomía no son muchos. En un coche eléctrico, supondrá pasar de los 120-150 km actuales a unos muy bien alabados 1.000 km de autonomía. Me pregunto si su precio no será demasiado alto.

Vale vale dirán ustedes, pero que pasa con las 8 horas de recarga que se requieren para llenar las baterías.
Pues hay respuestas, y la más agresiva viene de la mano de Aker Wade, empresa que ya tiene varias estaciones de recarga rápida funcionando en Japón y encontrando acuerdos en varios países del mundo. Se preguntarán la razón. Yo se la digo. Su estación puede recargar las baterías de un coche eléctrico entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la capacidad de las baterías.
Dagfinn Sivertsen, representante en Europa, me explicó en un perfecto castellano con detalle su programa de trabajo: „Los cargadores rápidos son la respuesta y hemos realizado una gran promoción mundial para dar a conocer nuestro producto. Tener una red de estaciones de recarga rápidas puede acelerar el mercado y dar la oportunidad a todos los conductores de realizar trayectos largos“
900 clientes, entre los que se encuentran Toyota, Chrysler, General Motors, Honda y Nissan, y su presencia en 12 países, avalan su trayectoria. Es más, otras estaciones de recarga más lentas, como las que se quieren emplazar en los aparcamientos de larga duración, podrían subsistir también.



Bien, ya tenemos coche eléctrico, ya tenemos estaciones de recarga de diferentes tiempos y formatos, y las baterías van a dar más autonomía que ahora, pero, ¿basta eso?

No lo creo, el diseño es primordial. A la hora de construir un coche, los materiales deben de ser lo más livianos posibles. Eso ahorra energía y nos regala más autonomía. No obstante, deben de pasar por las pruebas de seguridad y ser, digamos, pagables.
„una tonelada de Boro aluminio cuesta 900 euros, una de aluminio súper fino 2.500 euros.  Con estos metales hacemos aleaciones muy ligeras, con ellas fabricamos las piezas de la carrocería que podemos rebajar en un 20% de peso total. Algunas de estas piezas las reforzamos con fibra de vidrio en vez de con más aluminio. Eso supone más ligereza. Todas las piezas que fabricamos han pasado las pruebas NCAP de accidentes y el TÜV. Se podría decir que alargamos muchos aspectos del vehículo, su autonomía, la protección anti corrosión y la seguridad ante accidentes“ nos dijo Andreas Hitz, desarrollador de productos de la empresa Benteler, dedicada a fabricar piezas para el chasis de los vehículos.



Si a estos materiales le añadimos piezas de bajo coeficiente de rozamiento y desgaste, por lo tanto más eficientes, vamos creando el coche del futuro. Estas piezas están recubiertas de una pequeña lámina del orden de 1.000 veces más finas que un milímetro. Esta capa realizada con diferentes materiales, además proporciona más vida a cada pieza, es decir, se rompen menos. Alexander Mohnfeld, Ingeniero diplomado y director de ventas de Sulzer me sugirió que esta fina cubierta alargaría la vida útil de una pieza en varios años sin que el costo deba de ser incluido en la factura al comprar un coche, pues los fabricantes también se benefician de esta tecnología al incorporarla en sus modelos.

Sin embargo, otra preguntanos sale al paso: Si los coches van a durar más, van a ser diseñados diferente, van conducir con más eficiencia y las infraestructuras van a cambiar,¿sirve de algo el modelo de negocio ahora mismo implantado en la industria automovilística y sus segmentos periféricos?
Según el Dr. Wolfgang Bernhart, de Roland Berger Consultants,„un coche eléctrico de 2015 va a llevar un sobre costo de unos 10.500 euros comparado con los coches de combustión interna, supondrán un descenso de unos 1.300 euros en el mercado de segunda mano, debido a su menor mantenimiento, un ahorro de unos 3.000 euros en gasolina, aunque un aumento de unos 3.500 euros en servicios financieros como seguros y leasing más otro incremento de 5.300 euros debido a valores de servicios adicionales específicamente diseñados para un coche eléctrico. Esto va a suponer un cambio de planes en el conjunto general del negocio.
Las baterías van a tener que bajar un 50% su precio, esto dejará a los fabricantes poco margen y a expensas de tener que negociar con otras empresas del sector para poder ser competitivas. Los fabricantes de equipo original (OEM) tendrán que adaptarse también al cambio e invertir en acciones de componentes para así poder hacer frente al espacio de tiempo de cambio de motor de explosión a motor eléctrico. Con todo ello, se necesitará ofrecer nuevos servicios a los conductores para que incidan en el coste total de poseer un coche eléctrico, que va a ser más alto en este periodo de cambio. „

El párrafo anterior nos da todavía un mal panorama para la introducción inmediata de coches eléctricos. Las cosas llevan su tiempo. La economía manda por encima de los deseos de los futuros usuarios.

Sin embargo, Achim Fiack, de Deutsche Bahn AG, empresa de ferrocarriles alemana, aporta una solución con su modelo para transporte público:„hay una creciente nueva conciencia hacia el medioambiente y hacia la posible escasez de petróleo. Esto hace que muchos jóvenes decidan no poseer un coche. Nuevas formas de movilidad son necesitadas. Las personas podrán tener la posibilidad de conducir sus coches eléctricos en las ciudades, mientras que para viajes largos, podrán utilizar transportes rápidos públicos. Esto podrá desplazar a un lado la necesidad de cargar las baterías continuamente y de forma lenta, con lo que la implementación del coche eléctrico se puede acelerar y mientras tanto las necesidades e infraestructuras pueden ir creandose poco a poco.“

No le falta razón. La única pega es que, con un coche se llega casi al lugar de destino, y con un tren no. Además, en Alemania no son baratos precisamente. Por mucho que haya que calcular todo, un billete de tren de Colonia a Berlin cuesta 120 euros. En gasolina solo unos 50. Y esas son las cuentas que hacen los conductores, sin poner encima el coste de seguro, impuestos diversos o mantenimiento.

De todas maneras, los coches eléctricos necesitan una segunda mirada. Es cierto que van a ser más eficientes, con mayor aceleración, menos ruidosos, durarán más, serán más cuidadosos con el medioambiente o, por lo menos, no van a expulsar tantos gases contaminantes si la energía eléctrica es producida mediante métodos naturales, pero …. seguirán habiendo terribles congestiones de tráfico, se necesitarán nuevas carreteras y autopistas, seguirá habiendo accidentes sobre todo debido a la alta velocidad, los problemas de aparcamiento no desaparecerán ...

Todos estos problemas no se resolverán con la entrada de coches eléctricos en nuestra vida. Continuarán.

Por lo tanto, creo que habría que tomar en serio las palabras de Hannes Neupert, presidente de Extraenergy: „ya hay un vehículo súper eficiente para el transporte dentro de las ciudades y en general para distancias hasta 15 km y que no necesita infraestructura específica porque ya la hay. Ese vehículo son las bicicletas eléctricas, que han superado la barrera de las 400.000 unidades vendidas en Europa en 2009. Ejercico, bajada del nivel de estrés, ausencia de problemas de aparcamiento y de atascos. Una vez que usan una bicicleta eléctrica nunca más querrán volver dentro de un coche para recorridos cortos“

En definitiva, un gran congreso, tanto por el nivel de los ponentes como por la diversidad de temas. Mucho quedó dicho que no he podido revelar en esta página. No obstante, les recuerdo que para cualquier información adicional pueden mandarme un correo electrónico e intentaré responder en el plazo de tiempo más corto posible.