Resulta relativamente fácil comparar bicicletas tradicionales entre sí, pues leyendo las especificaciones o simplemente mirando las bicis se puede ver cuáles son las diferencias y dónde va el dinero. Con las
bicicletas eléctricas, las diferencias no son tan evidentes debido a que cuenta con partes electrónicas. Pasa algo parecido a la compra de un coche o una motocicleta.
Se necesitan años para entender verdaderamente todas las tecnologías utilizadas en las e-bikes y la interacción entre ellas, y como afectan a la experiencia de montarse en una bicicleta eléctrica.
El rendimiento de una bicicleta eléctrica no sólo se reduce a si emplea o no la última tecnología en baterías. Es una combinación de la química de la batería, la electrónica del controlador, la composición del núcleo del motor, los cableados y conectores utilizados, el grado de calidad de todos los materiales, la eficiencia del sistema y la atención a los detalles en fábrica.
Uno puede sorprenderse por cómo la potencia se integra con su estilo de conducción en el momento entra la energía en el motor, cuándo se corta, o lo suave o agresivamente que sucede en ambos casos. ¿Están los engranajes convenientemente adaptados a la potencia y para su uso previsto?
Por ejemplo, si usted tiene problemas en las rodillas y monta en una bici eléctrica con sensor de cadencia y un desarrollo alto (cadena en el piñón pequeño) puede resultarle muy dura la arrancada ya que no pedalea con la suficiente fluidez como para que el sensor de pedaleo envíe la señal al controlador para que arranque la asistencia.
Además, para cambiar de marcha, necesitaría estar ya en movimiento… Esto no significa necesariamente que las personas con problemas en las rodillas no puedan utilizar una bicicleta eléctrica con sensor de velocidad, es más, puede resulta ventajoso cuando se utilizan marchas cortas, ya que el motor entregará toda su potencia aplicando una presión mínima al pedalear y, por tanto, liberando de tensión las rodillas. Es muy importante que el fabricante haya pensado en los aspectos prácticos de su diseño y programado la unidad de control en consecuencia.
Hay tantas bicicletas eléctricas en el mercado que puede ser difícil elegir entre diferentes marcas y modelos. Para aumentar la confusión muchas marcas de bicicletas eléctricas tienen modelos que parecen idénticos y con especificaciones muy similares, pero muy diferentes en precio y prestaciones. Por si fuera poco, a menudo nos encontramos con prestaciones que, sobre el papel, no son muy realistas.
Otra dificultad añadida es que los componentes eléctricos para bicicletas no están estandarizados, como los componentes para bicicletas tradicionales. Esto significa que si no puedes adquirir una pieza a través de tu distribuidor, probablemente no puedas conseguirla con facilidad en ningún otro sitio.
Europa es el hogar de algunas de las empresas de bicicletas más grandes y poderosas del mundo. Muy pocos, como Esparta, han sido pioneros de las bicicletas eléctricas, la mayoría acaban de entrar en el mercado de las eléctricas y, en nuestras pruebas, algunas marcas de bicicletas conocidas no han salido muy beneficiadas.
Se puede decir, que sin haber comprendido muy bien las bicicletas eléctricas, los directivos de las grandes marcas han sabido jugar una mano inteligente. Han optado por sistemas eléctricos digamos, estándar, dejando como principal argumento de decisión para comprar una bici, los componentes de la bicicleta, algo de lo que entienden mejor.
Esto resulta cómodo para los empresarios, pero restringe la elección del consumidor. En las ferias de bicicletas en 2011/2012 hemos visto casi todas las marcas de bicicletas tradicionales, ya sea con una Panasonic, Bosch o sistemas BionX. Así que la único que nos queda para elegir una ebike de otra es el estilo y componentes de la bicicleta.
¿Pueden 3 sistemas de conducción ajustarse a las necesidades de todos los consumidores? Desde nuestra experiencia y la de nuestros clientes sabemos que no.
La mayoría de las publicaciones especializadas están influenciadas por sus anunciantes y los autores de muchas de ellas nunca han visto la bici sobre la que escriben. Se sienten seguros defendiendo grandes marcas. Esto lleva a menudo, a que una ebike mediocre sea anunciada como la mejor. En realidad no existe la “mejor e-bike“, porque los estilos de conducción y prestaciones varían de manera tan dramática que cada cliente necesita probar varios productos para encontrar lo que mejor se ajusta a sus necesidades.
Esperamos que esta guía les sirva para tal propósito.
Legal: En primer lugar, hay que tener claro qué es una bicicleta eléctrica de pedaleo asistitido a efectos legales y distinguirlas de los ciclomotores eléctricos. Las primeras no necesitan seguro ni permiso de conducir y, son, a efectos legales, exactamente lo mismo que una bicicleta tradicional. Para que se considere como tal, una bicicleta eléctrica de pedaleo asistido debe cumplir unas características determinadas.
- El motor no debe superar los 250W de potencia nominal.
- La velocidad máxima que pueda alcanzar no debe superar los 25 Km/h.
- El motor sólo se activara mientras se pedalee y debe pararse automáticamente cuando el ciclista deje de pedalear o accione el freno.
- La bicicleta en su conjunto no debe pesar más de 40 Kg.
Estos son los principales requerimientos para que una bicicleta eléctrica de pedaleo asistido cumpla con la Directiva 2002/24/CE.
Comfort: Es algo muy importante a la hora de hacer una inversión tan grande. Si uno no se siente cómodo en una bici, no la usará o como mínimo no aprovechará todo su potencial. Cuando una persona se siente cómoda en su ebike y, por tanto, segura, estos productos pueden cambiar totalmente su forma de pensar sobre el transporte local.
Seguridad: Estrechamente relacionada con la sensación a la hora de montar y en cómo la potencia se integra con el estilo de conducción y el terreno. Algunas bicicletas pedelec necesitan una o dos vueltas de pedales antes de que el motor asista al pedaleo, y por lo tanto puede resultar más duro el arranque.
Por otro lado, algunas bicicletas eléctricas son muy agresivas desde el principio y pueden ser difíciles de controlar en espacios reducidos.
Mantenimiento: La capacidad de mantener adecuadamente el producto es de suma importancia. Hay demasiadas e-bikes que han sido diseñadas para ofrecer una imagen atractiva y no para proporcionar un ciclo de vida largo a bajo costo.
La mayoría de los aclamados sistemas “crank drive” con el motor en el eje pedalier trabajan con todos los componentes en una sola unidad sellada. Este tipo de sistemas resultan bastante bonitos y ordenados, pero…. si un solo componente falla, habrá que reemplazar la unidad completa con un gran coste. Creemos es preciso destacar todos los aspectos de un producto para asegurar que cada cliente hace la mejor decisión de compra para sí mismo, analizando las ventajas y desventajas potenciales.
Otro punto crítico de las bicicletas eléctricas son las manetas de freno. En las bicicletas tradicionales las manetas de freno siempre se estropean. Son lo primero que toca el suelo cuando se cae la bicicleta, o la pared u otras bicis al aparcarlas. Lo mismo sucede con las bicicletas eléctricas, con la salvedad de que esto se traduce a menudo en que el interruptor electrónico de la maneta de freno resulta dañado, con el consecuente corte de corriente de forma permanente. En la mayoría de las bicicletas eléctricas que vemos estos interruptores no son fáciles de reemplazar, por lo que es algo que vale la pena considerar cuando se comparan diferentes bicicletas.
Fiabilidad: La fiabilidad de una e-bike depende de la calidad de cada uno de los componentes empleados en su fabricación. A la hora de adquirir una e-bike la mayoría de nosotros tenemos un presupuesto en mente, y a partir de ahí, nuestro objetivo será conseguir lo máximo dentro del mismo. No obstante, el viejo dicho “tienes lo que pagas” no siempre se cumple aquí. Hemos visto un montón de bicicletas eléctricas muy caras que tienen serios problemas de calidad. Según nuestra experiencia, una bicicleta eléctrica no tan cara puede ser muy fiable si no la exponemos a situaciones extremas (eléctricas y mecánicas) regulares. Por ejemplo, si uno vive en un lugar montañoso, quizás tenga que gastarse un poco más para encontrar una bici que allane las pendientes de forma fiable durante muchos años.
Entonces, ¿cómo elegir dónde gastar su dinero y asegurarse de que se obtiene lo que se espera? En este sentido, es importante aprender un poco acerca de las características importantes de una bicicleta eléctrica.
Peso: El peso de una bicicleta eléctrica es esencial para su funcionamiento, además de que existen limitaciones legales al respecto (ver Normativas y Regulaciones). Las piezas más pesadas de una bicicleta eléctrica son la batería, el cuadro, y el motor.
Cuadro: Los marcos ligeros son casi siempre buenos, a menos que se pretendan hacer “excursiones off-road” o descenso, ya que, por lo general, un cuadro ligero a veces sacrifica flexibilidad y resistencia.
- Aleación de aluminio 6061: buena para uso “off-road” moderado y en ciudad.
- Aleación de aluminio 7005: buena para bicicletas de carretera y el uso urbano.
- Acero: bueno para un uso intensivo. Súper resistentes. Mucho más pesados que los de aluminio.
Batería: Cada vez están llegando al mercado baterías más ligeras que ofrecen la misma autonomía que las más pesadas. Este tema los detallaremos más adelante.
Motor: Es el componente que proporciona la fuerza de giro para asistir al pedaleo.
Gracias a las continuas mejoras los motores son cada vez más pequeños, pero, como cualquier producto de última tecnología, son más caros. Los motores tendrán mejores materiales, más ligeros y un tamaño y peso cada vez más reducidos, sin dejar de ofrecer la misma potencia.
Profundizaremos en estos dos ultimos aspectos en la próxima publicación.