Investigaciones realizadas por Airbus y Tupolev respecto a aviones propulsados por
hidrógeno, no funcionaron, debido a que los necesarios elementos criogénicos
ocupaban casi todo el fuselage del avión, sin contar que su autonomía era más
bien corta.
Galvao, cree que el diseño Biplano (HSB) es un acercamiento
mucho más racional que lose studios europeos y rusos, e incluso mejor que el modelo
propuesto por la NASA blended
wing body (BWB). Calculando que este ultimo modelo, tendrá un area alar tan
grande que incrementará la fuerza de rozamiento con el aire en myor medida que
el modelo propuesto por él.
La solución al problema del combustible: Usando una célula
solida de óxido o en el futuro una célula directa de carbón, que convertirán el
combustible en energía eléctrica que alimentará 4 motores. EV World, fuente de
este artículo, y en estrecha correspondencia con el Sr. Galvao, se enteró que
el 80% de la fuerza que de impulse que una turbina proporciona, proviene del
aire que es empujado a través de las palas de la turbina. Como quiera que
fuere, cree que sería mejor reemplazar una turbina de 70.000 libras de fuerza,
por otras dos de 35.000 libras de fuerza eléctrica.
Las células de combustible irian encima de las nuevas
turbines en depósitos estilizados.
Para que todo el diseño funcionara, el fuselage debería ser
más alto de lo normal, más o menos como el del nuevo Airbus 380. Debido a su
especial altura, el fuselage no necesitaría reforzamientos necesarios en los
fuselages mas largos y estrechos como medida a las fuerzas de torsión que
existen en ellos. La menor area alar permitirá además que todo el conjunto sea
más ligero, ayudando en este caso al ya sabido aumento de peso que crearán las
células del sistema eléctrico de alimentación.
Bueno, todo este juego de motores, células y más harán que
un avión de la talla de un Airbus 320, pueda trasladarse a unos 300 kt/hr o
345mph o 555 km/h. No mucho comparado con otros aviones, pero mucho más no se
necesita. Además, la autonomía sería de unas 4976 millas o sea, 8.000 kms. Nada
despreciable.
El estudio del Sr. Galvao indica que el uso de hidrógeno líquido
nos muestra que el vapor de agua que se desprende volando a gran altitud, sería
el responsable del 25% del bloqueo de radiación de onda larga desde la Tierra. O
sea, que habrá más agua en nuestra atmósfera, 40x1012 gramos anuales, con el
uso de estos aviones. Lo que algunos indican como prejudicial debido a su
quizás efecto invernadero al bloquear demasiado la radiación solar.
Otra razón para utilizar estos diseños y sistemas de
alimento energético, es el derivado del coste por caballo de potencia que se
necesita pagar para hacer volar un avión. Al contrario que en los coches, donde
solo un 5% del peso total es el combustible, en los aviones es del 40%, lo que
hace que su coste por caballo de fuerza sea de entre 127 USD a 200 USD. Las células
FC/EM anteriormente citadas, podrían bajar el coste significativamente.
Igualmente, no esperen ver un aión de este tipo en un futuro
muy cercano, pues los avances en los estudios de este tipo de células de
alimentación energéticas nos dicen que todavía queda mucho camino por recorrer.
Pero el futuro esta ya aquí.