La protección del clima y el medio ambiente adquieren cada vez más importancia en el sector turístico. El turismo verde es muy popular también en Alemania. Hoteles ecológicos y vacaciones sin el automóvil: las ofertas son muy variadas.En los Alpes de Berchtesgaden el ecoturismo comenzó hace ya 100 años… en las aguas verde esmeralda del lago Königssee. Muchos turistas que desean descubrir el impre¬sionante paisaje del Parque Nacional alrededor del conocido lago de montaña en el sudeste de Baviera ascienden a lanchas de excursión y navegan ecológicamente por el lago, en el que se reflejan las cumbres de las montañas Jenner, Steinernes Meer y Watzmann. Ningún ruidoso motor, cero emisión. Silenciosas, 18 lanchas eléctricas atracan sucesivamente en los muelles de conocidas atracciones, como la iglesia barroca de peregrinaje de San Bartolomeo, famosa en todo el mundo. Unos 500.000 turistas por año acceden así a las bellezas del lago y su entorno.
Es cierto que cuando el Príncipe Regente Luitpold de Baviera disolvió la flota de barcos de remo y se decidió por lanchas con motor eléctrico no estaba pensando en la protección del clima. Hoy, no obstante, la navegación por el lago Königssee es un importante componente del turismo ecológico en una de las más populares regiones de vacaciones en Alemania. Las dos localidades de turismo Berchtesgaden y Bad Reichenhall apuestan por un turismo sostenido, subrayándolo con su pertenencia a una iniciativa premiada. Ambas pertenecen a las “Alpine Pearls”, una cooperación de 21 localidades alpinas en Alemania, Austria, Suiza, Francia, Italia y Eslovenia, que en 2008 fue galardonada por la Asociación Alemana de Turismo con el premio ecológico internacional “Ecotrophea” por su ejemplar compromiso con la protección ambiental y el turismo. En el foco del enfoque turístico de las “perlas alpinas” se halla la protección de la naturaleza a través de un transporte ecológico: los visitantes pueden arribar cómodamente por tren y trasladarse localmente con autobuses, taxis colectivos, trenes o bicicletas de alquiler. Para que los visitantes puedan trasladarse con comodidad y barato, en la región de Berchtesgadener Land, la tarjeta de turista sirve también como billete para los trenes de cercanías.
El ejemplo de las “Alpine Pearls” demuestra que la protección del clima y el ambiente adquiere una creciente importancia en el turismo. De acuerdo con expertos, Alemania puede asumir en ello una función paradigmática a nivel internacional. “Alemania fue pionera en la discusión en relación con un turismo sostenible y debe asumir ese papel también en el tema del cambio climático y el turismo”, dice Edgar Kreilkamp, profesor de Gestión Turística en la Universidad de Lüneburgo. Kreil¬kamp analiza actualmente en un proyecto de investigación la interrelación entre el cambio climático y el turismo sostenible. Como sector económico en crecimiento, el turismo internacional participa con un cinco por ciento en las emisiones globales de CO2.
En Alemania aumenta la disposición a practicar un turismo ecológico. A ese resultado llega la fundación ambiental WWF en su reciente estudio “La huella climática del turismo 2009”. En una encuesta realizada para el estudio, el 43 por ciento de los encuestados dijo que, como aporte a la reducción de las emisiones de CO2, elegirán o ya han elegido un destino turístico cercano. No Mallorca, sino Mecklemburgo-Pomerania Occidental: quien, como alemán pasa sus vacaciones a orillas del Báltico, deja, con viaje de ida y vuelta, alojamiento, alimentación y actividades turís¬ticas, una huella climática de 258 kilos de CO2 por persona, cinco veces menos que en el caso de un viaje a Mallorca. Si bien Mallorca es un destino turístico muy popular entre los alemanes, su destino preferido es la propia Alemania. El 31 por ciento de todos los viajes turísticos en 2008 fueron a localidades turísticas en el país, principalmente al sur, a Baviera, y al norte, a Mecklenburg-Pomerania Occidental.
En Mecklemburgo-Pomerania Occidental, un Estado federado con 1900 kilómetros de costas sobre el Báltico, la asociación turística ha desarrollado un original proyecto para que los visitantes pasen vacaciones de emisión cero de CO2: la acción forestal. La idea es que los turistas apoyen con la simbólica compra de un árbol la creación de los primeros bosques climáticos alemanes. Quien compra una acción forestal por diez euros puede plantar un árbol, que compensa las emisiones de CO2 que origina una familia de cuatro personas en unas vacaciones de dos semanas. Los visitantes pueden plantar ellos mismos el árbol. Hasta ahora han sido vendidas unas 7500 acciones forestales, lo que representa seis bosques climáticos, con una superficie total de 7,5 hectáreas.
También muchos operadores y hoteles apuestan por el turismo ecológico. Un papel pionero asume el Feldberger Hof, en la Selva Negra: el primer hotel alemán climáticamente neutral. El hotel realiza una gestión ecológica de la energía y el agua, habiendo equipado todo el edificio con aparatos de bajo consumo. La antigua calefacción de fuel fue sustituida por un moderno equipo de cogeneración de energía y electricidad. El balance: por año, el hotel emite entre 600 y 700 toneladas menos de CO2 y ahorra unos 300.000 litros de fuel. Otra alternativa eligió Deutsche Bahn: con su oferta “Destino Naturaleza”, la empresa de ferrocarriles lleva a los viajeros a 17 destinos ecológicos alemanes, entre parques nacionales, reservas de biosfera y parques naturales, desde el Mar de Wadden a los Alpes. Junto con asociaciones ecológicas, como Nabu y BUND, Deutsche Bahn promociona los viajes a las zonas protegidas, incluidos senderismo y excursiones en bicicleta.
Otro buen ejemplo de turismo ecológico es la marca turística
“Viabono”. Creada en 2001 por iniciativa del Ministerio Federal de Medio Ambiente y de la Oficina Federal de Medio Ambiente, reúne bajo un mismo sello a unos 350 oferentes, entre hoteles, apartamentos turísticos, centros de conferencias, campings, albergues juveniles, restaurantes, parques naturales y municipios turísticos en Alemania. Junto con otras instituciones de protección del consumidor y de los sectores ambiental y turístico, “Viabono” impulsa el turismo sostenible. En el “Foro Turismo Alternativo” se han organizado además unos 140 operadores turísticos mayormente alemanes, pero también de otros países, para apoyar el turismo sostenible. Junto con la empresa berlinesa atmosfair GmbH, la asociación ofrece a los viajeros compensar las emisiones que originaron en un vuelo. El dinero de los certificados de atmosfair se invierte en proyectos de energías renovables en países en desarrollo. Allí está presente también la iniciativa de sostenibilidad “Futouris”, creada a comienzos de 2009 por los mayores grupos turísticos alemanes, entre ellos TUI y Thomas Cook. Ya sean proyectos de reforestación de manglares en Sri Lanka o el fomento de la energía eólica en Turquía, “Futouris” apoya actualmente con 14 proyectos la protección de la naturaleza, el medio ambiente y la conservación de la biodiversidad en muchos países del mundo.
10.09.09
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