Y es que la empresa de seguro no quiso pagar el 100% de los daños físicos ocasionados, que fueron sobre todo en la cabeza. La empresa aseguradora indicaba que, ya que la ciclista no llevaba casco, los daños sufridos por ella debían de ser compartidos.
Sin embargo un juez le ha dado la razón a la ciclista, que tuvo serios problemas de salud, llegando incluso a perder su trabajo por este motivo. El juez atribuye la culpa solo a la conductora del vehículo que abrió la puerta, y desestimó las alegaciones de la compañía de seguros, alegando que en Alemania no es obligatorio llevar casco, y que ella debería de haber tenido más cuidado al abrir la puerta.
El accidente pasó, según tengo entendido, en un carril bici de esos que pintan al lado de los vehículos aparcados, y que son obligatorios de usar por los ciclistas. Estos carriles han sido más que discutidos en foros y congresos por los defensores de una nueva normativa que prohíba los carriles bici que sean peligrosos.
Es más, la normativa dice que " ... si un ciclista cree que el carril es peligroso o está en malas condiciones, no tiene por qué usarlo", sin embargo la policía sigue poniendo multas a los ciclistas que no los usan. Una norma tan "abierta" es de difícil cumplimiento y solo puede llevar a dificultades de apreciación dependiendo de con que ojos se mire.
En fin. Una batalla ganada que debería de poner en alerta a los ciclistas en España.