Se preveen que unos 30 o 40 millones de motores eléctricos entrarán dentro de un tiempo en cada uno de nuestros paises en forma de impulsores de vehículos híbridos o totalmente eléctricos.
Claro que una vez más sale a la luz la confusión que el público tiene sobre como generar este tipo de energía. Pues mirese el
artículo que escribí en su momento a respecto y verá como aún cuando las centrales actuales, quemando la mayoría de ellas carbón, produjeran la electricidad necesaria para cargar las beterías de estos motores, la reducción sería de un 32% de CO2. Imagínense que somos capaces de generar más energía eléctrica mediante el uso de nuestro incandescente sol, el perpétuo movimiento de las mareas, o el voltear de molinos al viento. Total, hasta un 97%.
Pero como quizás queda mucho tiempo aún para que se llegue a tener toda la tecnología avanzada para llegar a ese punto, me veo en la necesidad de presentarles este trabajo de Tomi Engel para que se tranquilicen.
Para empezar el estudio miremos a como se utiliza energía en toda la vida de los automóviles convencionales.
Se necesita ya consumir importantes cantidades de gasolina para extraer la materia prima para construir un coche u otro vehículo de mayor tamaño, su producción consume aún más, aunque mucho menos que lo que nosotros gastamos al conducirlo durante digamos 10 años, su mantenimiento también consume mucha energía y el paso final de reciclaje, si no bien hecho, deja bastante sucio el medio ambiente de productos tóxicos.
Subtotal: Ya el hecho de consumir mucha menos energía en su vida útil, un coche eléctrico gana la batalla del CO2 a uno con motor a explosió.
Pero no se vayan, porque no para aquí la emisión de CO2 de un automóvil con motor de explosión, que va, ¿o es que la gasolina llega sola a las gasolineras? ¿y el petróleo a las refinerías?, todo ese proceso de transporte gasta también increibles recursos, con el resultado de cantidades inmensas de CO2 emitidas a la atmósfera.
Un automóvil eléctrico la verdad es que también debe de cargarse de energía, pero al recorrer el combustible base, petróleo o carbón, menos distancias para llegar a las estaciones productoras de electricidad, más, al ser etos vehículos mucho más eficientes energicamente...
Subtotal: La reducción de CO2 es considerable.
Y aún no hemos hablado de las bicicletas eléctricas, que tienen un granfuturo y que pasan por ser el pilar central de este trabajo. Estas, ya requieren de menos gasto de energía para su producción al ser un fracción de peso de materiales que tiene un coche. Una bicicleta eléctrica viene a pesar entre 16 a 25 kgs, mientras un coche pesa entre 600 y 1.000 kgs. Eso ya da un subtotal de 40 veces (que son muchas) menos emisiones para extraer sus materias primas y fabricarlas.
Claro que queda el problema de tener que cargarlas, dirán ustedes. Bueno, si saben un poco de electricidad, la mayoría vienen con 24 voltios, 10 amperios ... mejor no les hago la cuenta de su gasto de energía. Es una nimiedad comparado con lo que gasta un coche de motor a explosión que recorra la misma distancia.
Pero nos queda un vehículo del que hablar, la bicicleta convencional, que desde luego para su producción se gasta casi tanta energía como para construir una bicicleta eléctrica, pero claro, no hay que cargarla ... ¿o si?
Según Tomi, hay que mirar y estudiar todos los puntos de vista cuando nos planteamos esta pregunta. Desde luego, la fuerza que tenemos que aplicar a una bici convencional viene de nuestras propias fuerzas, las cuales tienen que ser repuestas mediante la comida.
Bien, resulta que producir comida, plantarla, recogerla, transportarla a sus lugares de venta, llevarla hasta nuestras casas y refrigerarla, consume energía, por su puesto con emisiones de CO2 incluidas. ¿Cuanto? En Alemania se calcula que son 133 millones de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera cada año debido al uso de energía en la agricultura y ganadería.
Esperen esperen, sigan leyendo, veamos que nos quiere decir esto.
Una persona de 72 kgs, tiene un gasto metabólico de 1.650 kcl/día o 78 wátios, haciendo un poco de movimiento, pues no estamos siempre tumbados, esa persona gasta 2.050 kcal/d o 100 wátios de media, si trabaja duro sube el gasto energético a 2.850 kcal/d o 138 wátios.
Bien, tomemos como media normal 121 wátios de gasto energético por día.
¿Y cuanto CO2 emitimos mediante ese gasto? Una sencilla cuenta nos indica que:
133 millones de toneladas anuales de CO2 / 82 millones de personas en Alemania, dan un resultado de 1,62 toneladas de CO2 por persona por año.
Si además sabemos que 2.500 kcal/d X 365 días al año nos da un gasto de 912.500 kcal/a por persona. Es fácil llegar a suponer que emitimos una media de 1.775 g de CO2 por cada kcal necesitada.
No se me cansen por favor, sigan conmigo, puesto que ahora llega el penúltimo punto, donde Tomi explica que un buen plato de carne con patatas y demás, emite 1.500 g CO2 para producir 1 kWh.
También podríamos comer menos, solo patatas por ejemplo que emiten 162 g de CO2 por kWh, ya, pero poco lejos llegaríamos con tan poca energía.
A lo que voy, que me pierdo, para producir una comida normal, se emiten 1.500 g de CO2 a la atmósfera para producir 1kWh, pero quemar combustible en nuestras centrales solo emite 1.100 g de CO2 para producir 1kWh, es más, si la energía eléctrica pudiera producirse mediante el uso de energías renovables, esa emisión bajaría a 30g de CO2 para producir 1 kWh.
¿A que viene todo esto?
Pues bien sencillo, que, y deben de confiar en mi, para mover una bicicleta eléctrica se necesita menos fuerza muscular que para una convencional, además de que el motor ayuda en una relación de 1:1.
Una bicicleta normal necesita 133 w para moverse 1 km, una bicicleta eléctrica, debido a que pesa más, necesita 146 w para moverse 1 km, pero gracias a la asistencia del motor, esos 146 w se dividen en 73 w de fuerza bruta y 73 w de eléctricidad que cargar en la red.
O sea, que si vamos una cantidad de kms determinada gastaremos más energía quizás en una bicicleta eléctrica debido al mayor peso que esta tiene (solo un 10% más), pero con la prestación de que gastamos menos energía muscular, por lo que en realidad comeremos menos, y además cargar nuestra batería desde un enchufe emite menos CO2 a la atmósfera que meternos dos platos de cocido.
Conclusión, sigan pedaleando, pero pierdan el miedo a que los vehículos eléctricos, o las bicicletas eléctricas en realidad van a gastar nuestros recursos. Es simplemente mentira, y no va a subir nuestra emisión de CO2 a la atmósfera.
Sigan informados por favor, pues la industria petrolera y automovilística les va a querer convencer de que el gasto eléctrico va a ser desorbitante tanto en sus casas como en el total del pais, y eso es simplemente una mentira más para tenernos enganchados a ese, antes necesario aparato llamado coche con motor a explosión.
Una última comparación: se necesitan 250 Wh para un viaje de 33 kms en una bicicleta eléctrica, los mismos que se necesitan para calentar 10 litros de agua para tomarnos una ducha. 33 kms.
Lo dicho, no se dejen engañar y subanse lo antes posible a una bicicleta eléctrica.
Saludos a todos