
La Giralda
„La Giralda esta tirando por esa calle de enfrente“„No, no, vaya a la derecha al salir del hotel Giralda, tome la segunda calle a la derecha y siga la calle hasta llegar al ayuntamiento. A la derecha se encuentra la Giralda“La tarde soleada del día de Reyes en Sevilla se presta a visitar algunos de sus rincones.La Raleigh Dover 40, con su motor Panasonic, sistema de iluminación de Busch & Müller, frenos hidráulicos Magura y suspensión frontal Verso ajustable en el manillar, da seguridad a las altas velocidades que alcanza. ExtraEnergy.org la define como: „ la pedelec de pasajeros óptima para las distancias de 20 a 30 km“Baezapor la noche parece una ciudad recién salida de la novela Alatriste. En su casco antiguo se puede uno imaginar fácilmente como pudo ser la vida en época renacentista.
Las calles empedradas no son problema grave para la suspensión. Me inclino al ajuste blando.
Doy un paseo alrededor de la catedral, bajo arcos de piedra y adobe y la penumbra de las farolas. Después bajo a la plaza de la Cruz Verde, donde dice la leyenda que la inquisición quemaba a quienes consideraba brujas.

Callejón detrás de la Catedral y Plaza de la Cruz VerdeVarios coches van detrás de mi por la estrecha calle que lleva al ayuntamiento sevillano. Un taxi delante a 4 metros para casi en seco, ocupando casi toda la calle. Los frenos responden, me tiro por la derecha subiendo a la acera. Un problema de tráfico menos para mi, pero no para los conductores que me siguen. El olor a castañas asadas me hace parar.
La cuesta abajo hasta la Plaza de los Leones es empinada. Circular por estas calles de Baeza es una dura prueba para los frenos. Casi me gustaría tener un sistema con freno-motor como el
Bion-X, pero no me puedo quejar de como se comportan los Magura hidráulicos. Me decido subir a la plaza de toros, que pasa el lado de la Perta de Ubeda, después llegar al barrio Belén y visitar la Puerta de Toledo y volver sobre mis pedaladas para tomar la calle Trinidad. No es un recorrido excesivamente largo pero quiero saber cuanto tiempo necesito.
Paco el Castaña me da una charla agradable. El paro, la lluvia, el turismo y la ley de tabaco son temas más fáciles de discutir con un cono de castañas de 2€.
Paco "El Castaña" frente al Ayuntamiento„¿Ves allí la catedral?“
„Si“
„La Giralda está pegada“. Me despido pero después de 100 metros, a mitad de la calle Hernando Colón, veo unos abanicos de lunares en la tienda
Revuelo que no me resito a comprar. Y si no saben que color comprar, pregunten a Sandra.
Aquí encontrará la tienda RevueloDespués de dar una vuelta por los alrededores de la Giralda, voy dirección a la Puerta de Jerez y de ahí a la Torre del Oro. El casi solitario carril bici paralelo al Guadalquivir me deja probra la velocidad de la Raleigh. Al otro lado diviso Triana. Me decido al cruzar el puente.
Baeza esta solitaria esta noche fria. Solo mis orejas se sienten ateridas a 45 km/h. Hago nota mental, nunca olvidar el gorro en una noche fría. Voy a volver a casa. Ya he tomado fotos y he probado la Raleigh cuesta arriba y cuesta abajo, por calles empedradas y por asfalto algunas veces bacheado. La prueba me ha servido como ejercicio para despertar el hambre.
Calle de la UniversidadTriana me recibe ya con las últimas luces de la tarde. Tuerzo a la izquierda por la calle Betis y me propongo que el coche que va detrás de mi no me pille. Los edificios pasan 45 km/h y la algunos transeúntes me animan con un „dale, dale“. Al final de la calle freno y me subo por la izquierda para contemplar el Guadalquivir. El conductor del coche de atrás pita y saluda. Después pregunta que que es la caja que lleva la bici. „Una batería“ respondo. Le explico el sistema Panasonic.
Calle BetisYa es tarde. Me voy de vuelta a mi hotel y paro en el bar
Abacería o también llamado
Bodega las Columnas, en la calle Recaredo, uno de los mejores tratos que he recibido nunca. La facilidad de palabra de los sevillanos me hace conocer a Juicy, Claudia, Michael y Jose. Unas cañas y una charla son un fin de tarde estupendo.
La Raleigh Dover 40 es una estupenda bicicleta para pasear por Baeza o para hacer viajes más largos a través de ciudades más grandes como Sevilla. Si se le acopla un carrito de transporte puede ser un vehículo mucho más eficiente que cualquier coche dentro de una ciudad. ¿Problemas de robo o aparcamiento?
Baeza desde luego necesita mucha infraestructura si quiere que sus vecinos se lancen a usar una bicicleta o bicicleta eléctrica propia. Bueno, necesita toda.
En Sevilla, la pequeña valla metálica que separa sus carriles bici del tráfico de la calle, sirve como anclaje fijo. No obstante, no he visto muchos otros elementos repartidos por la ciudad.
Una vez más, se nota la falta de infraestructuras que ya tienen otros países como Alemania.