El mercadillo hippy de Es Cana (
http://www.azulinehotels.com/hippymarket/inhalt.php?inhalt=plan&lang=es ) y las calles de Santa Eulalia del Rio nos sirvieron para hacer probar a los transeúntes las bicicletas eléctricas proporcionadas por
Bicielectrica S.L.Opiniones muy diversas de un público igualmente diverso a veces se complementan y otras se contradicen.
La jornada en las proximidades del mercadillo me permitió darme cuenta de lo poco conocidas que son estas bicicletas. La mayoría de las personas que se decidieron a dar una vuelta me preguntaba como frenar o donde darle a los pedales. Nada, se lo dejo adivinar como ejercicio mental.
Después de probarlas la siguiente pregunta más solicitada fué la de la autonomía. Pregunta siempre un poco difícil de contestar.
Respuesta: depende de muchos factores como la forma de utilización, la forma de cargar las baterías o el calor ambiente. Si subimos cuestas largas o cortas pero empinadas debemos de saber que la autonomía bajará como consecuencia más apreciable. Pero con el uso contínuo sabremos calcular este dato con bastante exactitud.
El 70% de las personas a las que les ofrecí probar la bicicleta no lo hicieron, argumentando unos que a ellos les gustan más las bicicletas normales (¿como se puede hacer esta afirmación sin haber probado una bici eléctrica con anterioridad?) otros, quizás por miedo al ridículo o por simple pereza, argumentaron que el autobús llegaba en menos de 15 minutos. Desde luego no sabían cuantos kilómetros se pueden hacer en 15 minutos.
Resultado: del 30% restante, los italianos y españoles fueron los que más preguntas hacian y más interés revelaban. Los británicos fueron los mejores desarrollando bromas al respecto mientras que los alemanes se interesaban más por el precio.
En las calles de Santa Eulalia casi todos los preguntados se ofrecieron a probar una experiencia nueva.
Resultado: Los grupos de jóvenes mostraron interés real pero preferirían bicicletas más rápidas. El grupo entre los 30 a 45 definitivamente le gustaría poseer una aunque no les gustó su precio que ronda los 1.000 €. Los mayores de 50 alabaron su función pero criticaron la posible peligrosidad por falta de equilibrio.
Mi conclusión: Todavía existe hipocresía a nivel general ya que muchos hablamos de salvar el mundo pero pocos hacemos algo. No digo que hay que probar todo lo que te frecen, pero opinar sobre algo que no conoces tampoco me parece „correcto“.
Pienso:
1.1.000 € es mucho dinero desde luego, pero no algo imposible de ahorrar más sabiendo todo lo que no gastamos en gasolina.
2.La falta de equilibrio desaparece usando triciclos eléctricos.
3.Para ir rápidos mejor en circuitos cerrados y con seguridad. Pero diselo a los jóvenes.
Ah, no me quiero olvidar de saludar a ese grupo de jovencitos en la foto que con su alegría me contagiaron „buen rollo“ y con sus curiosas preguntas me pusieron a pensar si no sería mejor dejar de fabricar bicicletas para mayores e iniciar la producción directamente para ellos.
Bien, hasta el próximo artículo. Saludos.